TOMA DE DECISIONES RELACIONADAS CON IMPORTANCIA DE UNA DIETA CORRECTA 

¿Por qué debemos evitar el consumo frecuente de alimentos ácidos?

El consumo frecuente de alimentos ácidos se debe evitar porque estos pueden afectar al organismo de forma indeseada. Por ejemplo, una dieta que incluye muchos alimentos ácidos, tales como proteínas o azúcares, puede generar una alta producción de ácidos en la orina, llevando a una potencial producción de cálculos renales, entre otros efectos negativos. Algunos expertos en el área de la salud especulan que consumir muchos alimentos ácidos puede deteriorar los huesos y los músculos. Esto sucede porque los huesos contienen calcio, el cual es usado por el cuerpo para restaurar el balance del pH de la sangre cuando éste se torna ácido. Algunas evidencias demuestran que el ácido fosfórico, encontrado comúnmente en las bebidas gaseosas oscuras, está ligado a la pérdida de densidad ósea. Esto sucede especialmente cuando las gaseosas reemplazan el consumo de leche dentro de la dieta de un individuo.


Así como diferentes sustancias tienen diferentes niveles de pH, diferentes partes del cuerpo también los tienen. De este modo, el pH ideal en la sangre debe encontrarse entre 7.35 y 7.45 (ligeramente alcalino). Pero, el pH del estómago debe situarse en 3.5, ya que la acidez ayuda a descomponer las moléculas de los alimentos con más facilidad.

El valor del pH indica si una sustancia es ácida, alcalina o neutra. De esta manera, cuando el valor del pH de una sustancia se encuentre entre 0 y 7, ésta se considera ácida. Por otro lado, cuando el valor del pH de una sustancia es mayor que 7 e inferior que 14, se considera alcalina. Una sustancia cuyo pH sea equivalente a 7, es considerada neutra. Un ejemplo de esto en los alimentos es el agua, la cual al ser destilada alcanza un pH equivalente a 7. Es decir, no es ni ácida ni alcalina.

Por otro lado, se cree que tener un pH ácido también puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer, problemas de hígado, y problemas cardíacos. Sin embargo, no todos los alimentos ácidos tienen el mismo efecto en el cuerpo. Por esta razón, es difícil determinar una lista de todos los alimentos que debemos evitar. Lo cierto es que, todos los médicos coinciden en un punto: es ideal para los seres humanos llevar una dieta de corte alcalino, rica en frutas y verduras. Esto, con el fin de evitar potenciales problemas de salud y mantener el pH de la sangre dentro de los niveles saludables.

https://portalsej.jalisco.gob.mx/wp-content/uploads/2020/04/Ciencias-1.pdf

 

TOMA DE DECISIONES RELACIONADAS CON LA IMPORTANCIA DE UNA DIETA CORRECTA

La Alimentación es el proceso mediante el cual tomamos del exterior una serie de sustancias que son necesarias para la nutrición. Esas sustancias se encuentran en los alimentos que forman parte de nuestra dieta.

La Nutrición, es el conjunto de procesos mediante los cuales la persona ingiere, absorbe, transforma y utiliza las sustancias.

Está demostrado que la alimentación y la salud caminan de la mano, ya que una correcta dieta ayuda a promover la salud y a prevenir enfermedades. Existen muchos estudios que relacionan la dieta y las enfermedades crónicas (cardiovasculares, obesidad, diabetes mellitus, etc). Demostrándose que una alimentación inapropiada es uno de los principales factores determinantes del desarrollo de estas enfermedades.

El tipo de alimentos que comemos, así como su cantidad, tienen una enorme influencia en nuestra salud. Por desgracia, es muy fácil comer mal si se elige una dieta que contenga demasiados alimentos inadecuados, por ejemplo, comidas rápidas ricas en grasa, y una cantidad insuficiente de alimentos saludables, como frutas y hortalizas.

Lo anterior, ocasionó que las dietas tradicionales, en gran parte aquellas basadas en plantas, hayan sido reemplazadas rápidamente por otras ricas en grasas y densas en energía, bajas en fibra y altas en bebidas con azúcar añadida. Esto, aunado a una vida sedentaria, falta de actividad física y aumento de horas frente a una pantalla, ha provocado un incremento en el número de personas con sobrepeso y obesidad, y el aumento de enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, anemia, osteoporosis, algunos tipos de cáncer y padecimientos cardiovasculares.


 



¿Qué es una dieta saludable?

Según la mayoría de los dietistas, no existen alimentos “malos”, sino dietas “poco sanas”. Una dieta saludable se consigue comiendo la cantidad correcta de alimentos en la proporción adecuada, con continuidad.

Comer una proporción adecuada de alimentos de los principales grupos constituye la base del bienestar cotidiano, y reducirá el riesgo de enfermedades a largo plazo.

Por tanto, a la hora de alimentarnos hay que tener muy presente los siguientes criterios:

Elegir una dieta variada que incluya alimentos de diferentes grupos: cereales, frutas, hortalizas, aceites, lácteos, carnes, pescados, huevos, azúcares, pues los nutrientes se encuentran distribuidos en los alimentos y pueden obtenerse a partir de muchas combinaciones de los mismos.

Mantener un adecuado balance, para que el consumo excesivo de un alimento no desplace o sustituya a otro también necesario.

Moderación en las cantidades consumidas, para mantener el peso adecuado y evitar la obesidad y sus consecuencias.

Tener en cuenta nuestros hábitos alimentarios particulares, ya que no comemos sólo por necesidad física, sino también lo hacemos para disfrutar. Por ello, nuestra dieta además de sana y nutritiva, tiene que configurarse de manera que apetezca comerla y que incluyamos alimentos que estamos acostumbrados a comer.


Recomendaciones nutricionales

Una correcta alimentación, equilibrada y variada, acompañada de unos hábitos de vida saludables, es la receta ideal para conseguir un buen estado de salud. Es importante señalar que una dieta correcta puede ser diferente según las épocas de la vida (infancia, juventud, edad adulta) o en determinadas circunstancias (embarazo, etc.). Es importante consultar a nuestro médico ante cualquier duda.

A continuación, indicamos unos consejos básicos que ayudarán a conseguir una alimentación realmente saludable, mejorando así su salud. Son consejos aplicables a un adulto sano.

·         Comer más hidratos de carbono del grupo de las féculas y alimentos integrales: pan, arroz y cereales. Quizá ayude cambiar las proporciones en las comidas diarias; por ejemplo, más pan y menos relleno, más pasta y menos salsa.

·         Comer más fruta y hortalizas: procurando llegar a cinco piezas o raciones al día como mínimo. Incluir fruta en el desayuno y una ensalada en la comida.

·         Reducir el consumo de sal comiendo menos alimentos envasados, como platos precocinados y snacks y poniendo menos sal cuando se cocina.

·         Seguir una dieta variada. Cambiando la lista de la compra todas las semanas para salir del círculo vicioso de los alimentos poco sanos y disfrutar más de la comida.

·         Seguir un horario regular: aunque no tiene importancia el momento elegido para comer, una rutina regular ayuda a la mayoría de las personas a controlar su dieta y su peso.

·         Controlar el tamaño de las raciones de forma que, con el tiempo (o mejor, día a día), la cantidad de energía que se consume corresponda con nuestro nivel de actividad.

·         Procurar aumentar la actividad física. La actividad ayuda a regular el apetito y permite comer más sin ganar peso.

·         Beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.




https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/dieta-alimentacion/peso-saludable/que-es-una-dieta-saludable.html

 






La Norma Oficial Mexicana NOM-043-SSA2-2005 “Servicios básicos de salud, promoción y educación para la salud en materia alimentaria: Criterios para brindar orientación alimentaria”, define a la alimentación correcta como “dieta correcta”, es decir, un conjunto de alimentos y platillos que se consumen diariamente, y que tiene las siguientes características:

·         Completa. - Que contenga todos los nutrimentos.

·         Equilibrada. - Que los nutrimentos guarden las proporciones apropiadas entre sí.

·         Inocua. - Que su consumo habitual no implique riesgos para la salud porque está exenta de microorganismos patógenos, toxinas y contaminantes; que se consuma con mesura y que no aporte cantidades excesivas de ningún componente o nutrimento.

·         Suficiente. - Que cubra las necesidades de todos los nutrimentos, de tal manera que la persona adulta tenga una buena nutrición y un peso saludable y, en el caso de niñas y niños, que crezcan y se desarrollen de manera correcta.

·         Variada. - Que incluya diferentes alimentos de cada grupo en las comidas.

·         Adecuada. - Que sea acorde con los gustos y la cultura de quien la consume y ajustada a sus recursos económicos, sin que ello signifique que se deban sacrificar sus otras características.

 

Para tener una buena dieta se tiene que tener fuerza de voluntad de cambiar su alimentación, con las siguientes actividades podemos aprender a maximizar su fuerza de voluntad.

Medite. Sí, otra vez lo mismo. La meditación de conciencia plena puede ayudar a mejorar el autocontrol, incluso si solo medita en breves sesiones de 10 minutos periódicamente. Esto se debe a que, en la conciencia plena, se aprende a traer el pensamiento al momento presente cuando la mente empieza a divagar. Y cada vez que lo haga, estará entrenando el músculo de la fuerza de voluntad.3

Duerma. Siempre volvemos a que es necesario dormir lo suficiente, ¡lo sabemos! Los estudios indican que dormir lo suficiente también es importante para la fuerza de voluntad.4 Los hábitos de sueño saludables pueden reducir la carga psicológica, mejorar el autocontrol y reponer la energía autorreguladora. Es una forma elegante de decir "¡váyase a la cama!"

Cuide su vocabulario. No es broma. Baumeister sugiere que intentar cambiar un patrón del habla, como usar "hola" en lugar de "¿qué hubo?" o evitar usar una mala palabra y sustituirla por otra, puede ayudarlo a aprender a ampliar su fuerza de voluntad.

Organice su entorno y tome decisiones cuando su fuerza de voluntad esté al máximo.

Limpie. Deshágase de todas las tentaciones. Si no hay comida chatarra en la casa, no tendrá que resistirse a comerla más tarde.

Comprométase. Si hace planes para ir a una clase de spinning con una amiga, no tendrá que preguntarse qué hará más tarde.

Optimice. Cambie el horario en el que hace determinadas tareas. Por ejemplo, es mejor ir al supermercado justo después de una comida, cuando voluntad sea fuerte. Si no utiliza su fuerza de voluntad para resistirse al pasillo de las galletas en la tienda, tendrá reservas para resistirse al postre más tarde esta noche.

Cuando su fuerza de voluntad esté a prueba, defiéndala.

Posponga. "Ahora no, quizás más tarde". Una frase tan sencilla como esta puede reducir el impulso de caer en la tentación.

Distráigase. Trate de pensar en otra cosa para ver si su impulso se desvanece. Centrarse en alguna otra cosa puede calmar una batalla por su fuerza de voluntad antes de que desate.  

Oculte. Quite la tentación de su vista o aléjese de la situación por completo.



https://www.goredforwomen.org/es/healthy-living/healthy-lifestyle/mental-health-and-wellbeing/how-to-boost-your-willpower-to-help-make-healthy-choices-easy

 














No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Bienvenido a Química!  Una página web donde encontrarás  el temario de secundaria vinculados al tema educación ambiental:   ejercicios resu...